La gama Abando estrena nueva imagen más clara, sencilla y elegante

Cada uno de los vinos de Bodegas Santalba tiene su porqué. Un nombre, una historia y, por supuesto, una imagen.

Y como ocurre con las personas, que de cuando en cuando necesitamos cambiar de “look”, esto mismo sucede con los vinos.

Es el caso de Abando, una línea formada por tres referencias: Abando Blanco Fermentado en Barrica, Abando Rosado Fermentado en Barrica y Abando Tinto Vendimia Seleccionada, a las que decidimos imprimirle un aire diferente, con un diseño más moderno, acorde con los nuevos tiempos y la nueva generación al frente de la Bodega.

Los diseños de Abando, cuyos primeros orígenes se remontaban a los años 2000, se sometieron a un  restyling hace unos meses. El objetivo era unificar los colores de la gama y que el nombre de Bodegas Santalba se asociara con el de Abando, que tuviera su espacio en la etiqueta.

Para ello se procedió a eliminar aquellos elementos que entorpecían la claridad del diseño: filigranas, dibujos… consiguiendo un estilo más claro, sencillo y, por ende, elegante.

 En lo que no hubo discrepancias fue en la decisión de mantener intacto su nombre: Abando. “Un recuerdo de juventud”, rememora Santiago Ijalba. “Yo hice el servicio militar en Bilbao y cuando volvía a casa cogía el tren en la estación de Abando. Para mi, escuchar esa palabra, Abando, era como abrirse las puertas del cielo porque significaba volver a mi casa.

 Abando es origen, recuerdo y porvenir. Con él busco transmitir la renovada esencia de mi familia, plasmar las enseñanzas que me ha dado la tierra, recoger sus mejores frutos en cada vendimia y elaborar un vino único para disfrutar con calma, promete Santiago en su etiqueta.

 Una declaración de intenciones que, sin duda, se ha sabido conservar con este cambio de imagen.

Antigua línea de Abando.